"NOTICIAS EN EL PERIODICO LA VERDAD"

Garcia Martinez (La Verdad)

Don Ramón Villaplana tiene 21 años y acaba de destaparse para sentar plaza en el mundo desorbitado de la política murciana. Quiere ser alcalde de la capital, representando a un partido, me creo que nuevo, que se titula por buen nombre Centro Democrático Liberal. Me imagino que tan alejado del PP como del PSOE. Una tercera vía, como si dijéramos. ¯Lo que se dice vías nuevas, muchas son las que aquí se necesitan. Sobre todo de alta velocidad.Se nota que el lector anda obsesionado con la cosa de los trenes. Pero ahora hablamos de otros raíles. Pretende el CDL, en boca de Villaplana, acabar con la permanente confrontación entre los dos grandes partidos. Y, también, «aportar la frescura que les falta al PP y al PSOE».

Nadie se me escandalice, por favor. Todos sabemos que lo que sobra en Murcia es precisamente frescura, la misma con la que se comportan quienes ahora gobiernan y quienes ahora se oponen. Que ya se pasan los tíos más tiempo en los juzgados que sirviendo al ciudadano.

El flamante partido se refiere a otra clase de frescor: el que se produce cuando, en un recinto con el aire viciado, abres una ventana.¯

Eso ya es otra cosa.Por eso le decía. Si ha de ser así, veo bien -y la cabra lo mismo- la irrupción de este partido.

Me imagino que, siendo tan jovencico el candidato, los militantes no le han de ir a la zaga. ¯¿Eso es bueno o malo?Pues, hombre, tal como está la política hoy en día, que los maduros parecen estar cada vez más verdes -Verdes aparte-, apostar por los jóvenes no parece que sea ninguna tontería. Por más que se corran riesgos que derivan de la juventud, a la que se tilda de alocada. Mejor será un joven loco, pero cabal, que cien adultos cuerdos y descabalados.

Los del señor Villaplana abogan también por el sistema de listas abiertas en las elecciones. Esta música, que nunca acaba de incorporarse a la partitura, no suena mal. Aunque sólo fuera por la tirria que le tienen a esta fórmula quienes defienden y practican la deificación del partido, como dueño y señor de la cesta de los carguicos. Si otra cosa no, la presencia en la batalla de estos del CDL puede contribuir a que salgamos del aburrimiento que nos producen los políticos viejos.